SONGS and MEMORIES

Sí, ya sé, no es nada original lo que me pasa, y lo he hablado con muchas personas ya. Pero bueno, me dieron ganas de escribir hoy, un poco para parecer ocupado y otro poco para callar un poco la extrañitis.
Y es que, últimamente más que nunca, no puedo escuchar casi ninguna canción sin vincular sus letras con una persona, un sentimiento o un momento en particular. Y es que parece que todos los artistas y escritores están en sincronía con mi mente, y no puedo evitar encontrar esas coincidencias.
Antes, cuando era más joven, me pasaba de escuchar canciones y sentir que lo que expresaban era algo lindo y, quizás, me hacía añorar el experimentar eso. Me pasaba, por ejemplo, con How Soon is Now? de t.A.T.u, canción que habla de cosas que nunca experimenté, pero que de algún modo me resultaban atractivas. Y llegó al punto tal que tuve, durante un buen tiempo, sueños que contaban una historia similar, en los que incluso escuchaba la canción.
El hombre del piano, de Ana Belén, es una cancion que desde la primera vez que la edcuché me hizo llorar, a pesar de no encontrarle ningún vínculo conmigo o mi vida, y al día de hoy esa canción me sigue acongojando.

Pero no todo es tan aleatorio, hay canciones que sé exactamente el por qué me hacen sentir ciertas cosas, como por ejemplo Hotel California, que me recuerda a mi viejo porque amaba esa canción y tengo recuerdo de él diciendo cosas como "esta parte que viene es muy buena" o lo que se reía cuando le hice escuchar la versión cumbia, que de casualidad escuché en un CD que encontré en el cole.
También Mercedes Sosa me hace pensar mucho en mi viejo, tenía muchos cassettes y CDs de ella, y la voz de esa mujer me calma, en parte por lo hermosa que se oye, y en parte porque pienso en mi viejo (y en cuanto a sus letras... poesía pura!).
Si escucho a Ricky Martin, se me representa mi vieja cantando y saltando en uno de sus conciertos. Fuimos juntos y la pasamos terriblemente bien, nos divertimos un montón. Hay un tema de Juan Gabriel, llamado Querida, del cual recuerdo una versión en particular, que escuchaba mi vieja, en vivo, en la que él pegaba un gritito en una parte... Y no puedo encontrar esa versión!! La he buscado muchísimo, pero no logro ubicarla.

Hay una canción de The Veronicas que me hace pensar en un chico filipino que conocí en Japón, solo por una frase que dice "I go, "Ooh-ooh", you go, "Ah-ah", y es que una vez que fuimos a un karaoke yo canté esa canción y cuando yo dije el "ooh-ooh" él después gritó el "ah-ah", lo cual me hizo reir mucho y perdí puntos.
Así también, en una canción de Momoiro Clover Z, en la que "recorren" Japón, en un momento dicen "Gambare, gambare Touhoku!"... Y esto es largo de explicar. Gambare es una forma de decir "vamos!" o "con fuerza!" en japonés, y Touhoku es un área de Japón que de vio MUY afectada por un terremoto y tsunami del 2011, y en esos incidentes falleció un amigo que había conocido cuando trabajaba en el hostel. Al día de hoy, cuando escucho esa canción, se me hace un nudo en la garganta.
Ese mismo chico (Kota) me hizo conocer Natsu Matsuri de Whiteberry, un TEMAZO que todavía escucho y me acuerdo de Kota enseñándonos la coreo a todos en el hostel.

Últimamente, las canciones de amor me hacen pensar, obviamente, en Andrés. Quizás no toda una canción, pero sí frases y párrafos sueltos... Son un montón, y capaz ni les interese leer eso, pero los tengo escritos en un bloc de notas del celu hace bastante, y los sigo agregando a medidas que los escucho. Si alguien quiere leerlas, me dice (Majo, son las mismas que te mandé el otro día).
Me pasó también que, desde que salió hace mil años, Rosas, de La Oreja de Van Gogh, me hizo sentir algo que no podía ni puedo describir al día de hoy (aunque actualmente, la letra me toca muy de cerca en varias partes). Le presté atención por primera vez en los 15 de una compañera del secundario, y fue como si me hubieran dado un pequeño golpe en el corazón. A esa edad, si bien había tenido novias y estaba conociendo a quien sería mi primer novio, no podía relacionarne con la canción. De igual modo, desde ahí, cada vez que la escuchaba, sentía lo mismo, una leve angustia por esa chica que cantaba esperanzada.
Y ahora, de cierto modo, esa chica podría ser yo.
Hay dos frases que son... Ugh, too close to home:
"Pasaron seis meses y me dijiste adiós
Un placer coincidir en esta vidaAllí me quedé, en una mano el corazónY en la otra excusas que ni tú entendías". Podría haber escrito yo eso, si tuviera la habilidad poética para hacerlo.
Y después, cuando dice "donde los viernes, cada tarde como siempre, la esperanza dice quieta, hoy quizás si", pero en mi caso, como los viernes a la tarde curso, los sábados a la tarde voy a un lugar que me recuerda a él, y al menos una vez apareció y la esperanza tuvo razón.

Después hay canciones que me alegran sobremanera, porque las oí en momentos de pura felicidad, como Gachinko de Ikou, de Buono! y Kimagure Princess, de Morning Musume, que laa bailé con amigos sobre escenarios, y me recuerdan lo extasiado que estaba. Otro claro ejemplo es Momoiro Kataomoi, de Aya Matsuura, que la escuché en un local en Japón y al toque hice un videito para recordar esa experiencia (también me pasó con Kiiroi Sen no Uchigawa de Narande de Tomoko Kanazawa).
Ayumi Hamasaki en general me hace pensar en estar en un aula dibujando las paredes (con autorización del director)  con El Chino, el primer chico hetero que me guató y que me la hizo escuchar por primera vez.
Y de ella, la canción Days (particularmente el video de ese tema) me recuerda a verlo en el hostel, donde una huésped israelí lloró al verlo.

No me acuerdo, de Thalía y Natti Natasha, me recuerda automáticamente a Rolo, porque la cantamos en karaoke juntos.
Ana Mena en general me recuerda a él también, porque la conocí gracias a él, aunque las letras de varios temas me representan a Andrés también.

Las canciones de Olivia Lufkin me hacen pensar en la Debbys, especialmente a una noche en la que reprodujimos un mini live de Olivia en un proyector en su patio, que fue lo más cerca que pudimos estar de verla en vivo. Las letras de Olivia Lufin no son como para recordar algo o a alguien, dado que no suelen tener mucho sentido (como las de t.A.T.u), pero con Spiderpins se me representa la Debbys girando con un vestido pomposo con miriñaque, aunque jamás la vi así.

Uptown Girl, de Westlife, me hace pensar en mi hermana, Lu, y nunca sabré por qué, pero cada vez que la escucho pienso en ella y, de hecho, le escribo y le cuento que la estoy escuchando.

Y creo que podría aeguir enumerando canciones y recuerdos por mucho más, pero ya deben estar cnsados de leer, como yo me cansé de escribir en el celu simulando estar ocupado.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Arigatou

Missing... Him, actually

Synchronicity