Missing... Him, actually
Hoy estoy en un mood... Raro. No sé bien por qué, pero sospecho que es porque me han pasado cosas buenas, que me gustaría poder contarle y, dado que no me dirige la palabra, no puedo.
Yo sé que fue por poco tiempo, pero me acostumbré a hablar con él a diario, a contarle todo. Después del primer día de clases de este año, mientras volvía caminando a mi depto, recordaba las llamadas telefónicas que solía tener con él al salir de clases. De cierto modo, siento que algunas cosas no sucedieron si no se las puedo contar. No sé por qué...
Todos los días pienso en él, aunque sea un poco, un ratito, lo que me lo permito, o cuando me estoy durmiendo y no tengo a la persona que solía tener para decirle "buenas noches".
Escucho una canción que me hace pensar mucho en él, que dice "no fue que te fueras, fue cómo te fuiste", y no puedo evitar sentirme identificado con esa frase.
Lo hablaba con Matías el otro día... Ante una situación particular con mi salud, yo le dije a An que siguiera con su vida, y él me dijo que no, que quería estar conmigo y acompañarme... Menos de un mes después cortó conmigo. Yo no lo tomé bien, pero después tuve la seguridad de que era lo correcto... Hasta que me llamó pidiendo volver, y yo accedí, solo para que al mes volviera a dejarme.
Por momentos no entiendo todo eso, y luego de golpe, me parece super lógico, pero solo si lo pienso desde su punto de vista. Desde mi POV, no lo comprendo, porque yo SIEMPRE voy a elegirlo a él.
Pero bueno, en realidad hoy siento que extraño mucho laa pequeñas cosas que teníamos y compartíamos.
Y hay tantas cosas ahora en mi vida que me gustaría poder compartir, conocer su opinión...
Extraño sus abrazos, que siemore fueron mágicos para mi. Podían curar cualquier mal, calmar dolores, quitar penas y enojos, aliviar la mente, dar calor, revitalizar y recargar energías.
¿Qué hace a esa prrsona tan especial para mi?
Nuestras similitudes, nuestras diferencias, el amor que me profesaba, como me acompañaba en todo, sabía entenderme (o eso creía yo), y especialmente como me hacía sentir. Conmigo mismo, con ciertas situaciones, en determinamos momentos...
Nunca confié tanto en nadie como en él. Extraño sentir que puedo contarle absolutamente todo sin miedo a ser juzgado o cambiar su percepción de mi.
Extraño su sonrisa que iluminaba todo. Sus ojos con forma de almendras, tan expresivos. Extraño sus manos, con dedos fuertes, tan habilidosas.
Extraño que me cuente de sus clases, verlo preparando todo para sus alumnos, como a veces rennegaba de su trabajo, pero siempre lo hacía con tanto amor y dedicación, digno de admirar.
Extraño cuidarlo y mimarlo en todo lo que pudiera, desde hacerle un masajito en los pies, dado que trabaja de pie, hasta enviarle una pizza por PedidosYa cuando no quería cocinar y estábamos a cientos de kilómetros de distancia.. Extraño hacerle mimos antes de dormirnos.
Pensé que al pasar el tiempo, iría soltando estas cosas poco a poco, sin olvidar, pero sin tenerlas tan presentes. Mas no fue así, vivo pensando en él, en como está, que estará haciendo, ¿tendrá nuevos gustos?, ¿seguirá haciendo las cosas que le gustaban hacer?.
Hace poco lo vi, sin querer y de manera fugaz, y me hizo sentir emociones tan fuertes, que quedé sin palabras.
Una amiga participó en un sorteo por entradas para La Fábrica. Por hacerle la gamba, yo también participé, y al final las gané.
Quedé con la Euge de ir, y cuando me dijo quien tocaba esa noche, se me hizo un vacío en el edtómago.
Con él nos conocimos grscias a eñCarl Cox, y ahors yo estaba yenfo a ver a Carl Cox. Quise cancelar, no por miedo a cruzarme a An, sino porque ni quería que él me viera y se le arruinara la noche. Porque parece odiarme hace meses. Pasó de un "te amo" a "no quiero volver a saber nada de vos" tan rápido, que no puedo entender como. Yo solo quería que él disfrutara de Carl Cox, era obvio que iría.
Mi amiga me convenció de que el kugar era grande, que no nos cruzarúamos, y así fue, hasta que terminó todo y, ya subido en el colectivo para volver, lo vi caminando de frente, hermoso como siempre, con su sonrisa hermosa, una camisa blanca y el sol naciente que lo bañaba.
Sentí ganas de bajar corriendo del colectivo y abrazarlo, aunque fueran 2 segundos. Pero preferí no interferir en su noche.
Volví y me fui a desayunar con el Javi, pero duró poco, yo no podía contenes las lagrimas. Amo a este hombre como nunca amé, y el no ser correspondido me hace muy mal.
Lo extraño. Muchísimo.
Hoy en día hay cosas que hago, y que disfruto muchísimo, que inevitablemente me recuerdan a él. Contenplar los atardeceres desde mi ventana, ocasionalmente ir a comer focaccia a donde íbamos, tomar una copa de vino cada tanto, y mi activiad de cada fin de semana, ir al parque Sarmiento, cerca de la vuelta al mundo, a observarla y pensar en él, mientras leo un libro, tomo mates y escribo haikus.
Eso es otra cosa. Quienes me conocen saben que nunca me gustó la poesía, siempre renegué de ella en la facultad de Letras... Pero la poesía escrita por él me ha hecho llorar, más de una vez. Incluso es por él que escribí un poema! En mi modesta opinión, aceptable. Y el escribir haikus se ha vuelto una pasión ya, los produzco constantemente en mi cabeza, no solo en castellano.
Ha despertado en mi facrtas que desconocía, y que me gustan
Extraño lo hrrmoso que sentía tener a una perdona tan maravillosa a mi lado.
Lamento mucho no ser suficiente para él, para estar a su lado y cumplir todo lo que pensábamos hacer cuando él aún me amaba.
Extraño, extraño y extraño... Últimamente, mucho.
Comentarios
Publicar un comentario